CÓMO PESA EL COMPONENTE SALUD EN LA MATRIZ DISTRIBUTIVA

Dado su gran peso, el componente salud explica en gran medida el patrón distributivo general de la coparticipación bonaerense en contra de los municipios urbanos y a favor de los rurales. También exacerba las desigualdades en el interior del Conurbano, para beneficio de los que más dinero pueden destinar a la expansión de su infraestructura hospitalaria, sea por sus elevados niveles de recaudación propia o por un patrón de especialización funcional orientado a captar las rentas de la coparticipación sanitaria. Así, se llega incluso a recompensar a aquellos distritos que han mercantilizado la salud pública a un extremo tal de cobrarles a los habitantes de territorios vecinos por la atención recibida en establecimientos sanitarios municipales, con el agravante de que se trata de montos no menores, en especial para una población de bajos ingresos. Sin embargo, este incentivo a la expansión de la infraestructura sanitaria municipal no parece haber traído aparejado una mejora ni en las condiciones de vida de la población ni en la atención de la salud recibida. Este componente de la coparticipación distribuye a partir de datos (camas hospitalarias municipales, porcentaje de ocupación, complejidad, egresos, pacientes día, consultas médicas, establecimientos sin internación) que, por su volumen, no son pasibles de ser adecuadamente auditados y que, por su naturaleza, sesgan la orientación de la política sanitaria local y la prelación de gastos de los gobierno locales. Funcionan así como un incentivo extra a la consolidación de un sistema sanitario desarticulado, que prioriza el financiamiento a la hospitalización y la alta complejidad por sobre modelos asistenciales menos costosos, en términos económicos y sociales, basados en la prevención, la promoción de la salud y su atención primaria. Los cuadros incluidos en estas páginas exponen un ordenamiento de los municipios bonaerenses en función de lo que reciben por habitante en concepto de coparticipación por salud.

Los diez mejor ubicados en este ranking pertenecen en su totalidad al grupo de los rurales. La diferencia entre el más favorecido (Maipú) y el más perjudicado (Almirante Brown) es de 99 a 1, una clara muestra de las consecuencias que ese componente produce. El mismo efecto se advierte en los distritos del Conurbano, más homogéneos, donde la brecha entre los casos extremos de Malvinas Argentinas y Almirante Brown es de 33 a 1.

A.L.A., C.M. y M.M.