Un nuevo rumbo en mi tarea política

Escribe Susana Rinaldi *

En esta ocasión, deseo comunicarme directamente con la ciudadanía para compartir las novedades acerca de mi nuevo rumbo en la tarea política, y la decisión que he tomado al respecto.

A partir del mes de octubre, una nueva responsabilidad me aguarda y me honra. He sido designada con el cargo de Agregada Cultural en la embajada de Argentina en Francia.

He aceptado con agradecimiento y compromiso, ya que considero que es una oportunidad para acercar aún más la cultura argentina a un centro del mundo que decide en permanencia sobre las expresiones culturales y su razón de ser ante el conocimiento de los demás países.

Digo bien “oportunidad”, porque avala la aceptación de esta enorme responsabilidad el hecho de haber vivido precisamente en Francia algo más de 24 años. Y  si bien es cierto que las culturas se van entretejiendo de a poco en el camino de lo social y de lo político en cualquier lugar, los largos años que permanecí fuera de casa me sirvieron para atesorar la importancia, el respeto y la calificación siempre excelente que la cultura de mi país, Argentina, ha recibido desde todo punto de vista allí donde se expresara.

Dicho esto, vaya en esta declaración el agradecimiento a mi amiga de siempre, Teresa Parodi, por la idea aportada, y a mi presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, no solamente por apoyar su propuesta, sino por hacerla efectiva.

También mi reconocimiento a la tarea realizada en la Legislatura porteña, acompañada por un despacho de gente querible —jóvenes y no tanto— que han sabido ayudarme, sostenerme y ampararme en el conocimiento permanente que nos demanda a los legisladores de la Ciudad la información, la veracidad y el compromiso que nos corresponde absorber previamente a cualquiera de las ideas y dictámenes posteriores que esta Legislatura plantea.

Siempre agradeceré a ese segmento de la Ciudad de Buenos Aires que decidió con su voto que yo ocupara una banca en su representación, a través del Frente Progresista Popular, que ha llevado adelante la impronta siempre inteligente y adelantada de mi estimado Aníbal Ibarra.

Entre estas razones de reconocimiento, llevo adelante el compromiso que me aleja un tiempo no solo de mi querida ciudad, sino de mi país. Y el saber que en este momento, con la experiencia de vida que ya me acompaña, mi paso por ese espacio en París posicionará a la cultura argentina en el lugar que le corresponde, desde siempre y hoy más que nunca: una presencia consciente de su responsabilidad y, al mismo tiempo, enraizada con un modo cultural tan importante como el nuestro. Un lugar que nos asegure una presencia definitiva, sostenida y amparada en un respeto que conlleve la admiración que merece la propiedad cultural argentina, muchas veces dejada de lado injustamente.

Me despido con un “hasta pronto”, y me dispongo a dar, una vez más, todo de mí para cumplir con la tarea con la que hoy mi país me honra a la vez que me demanda.

Con todo mi afecto,

* Legisladora porteña