CONVERSIONES PARA SENTARSE A LA MESA DEL PODER
Los silencios de la centroizquierda
Escribe Alejandro Rofman
El triunfo de Hugo Chávez ha conmovido a toda América Latina y especialmente a los que apostamos por proyectos nacionales de crecimiento inclusivo y transformación que, con la movilización popular, han sabido resistir el asedio del capital financiero y los medios monopólicos.
Frente a esa realidad, que no admite neutralidad ni indiferencia, un segmento del otrora campo progresista, que se hace llamar de centroizquierda, ha resuelto en la Argentina plegarse a la derecha. Allí actúan sectores del socialismo pro-ajuste de la Alianza, pequeños sectores gremiales y desprendimientos de fuerzas políticas tradicionales.
Los dirigentes de ese socialismo se reúnen con partidos de la Internacional Socialista que están sepultando los restos del Estado de Bienestar europeo. En cambio, no hacen la más mínima referencia a los procesos que efectivamente avanzan con las ideas del socialismo en Latinoamérica.
Un ejemplo de esta declinación son las declaraciones de Pino Solanas, diputado de Proyecto Sur, a Página 12 del 8 de octubre. Tras sostener que el kirchnerismo “potenció la desunión del país”, afirma que “lo neoliberal grueso no se ha tocado, con una astuta combinación de políticas neokeynesianas y de defensa de derechos humanos, pero eso es algo que hacen hasta los países más conservadores del mundo”.
¿Leerá los diarios Solanas? Si lo hiciera, podría enterarse de que en los últimos dos años, y para pagar la deuda con los acreedores financieros externos o competir exitosamente en los mercados internacionales, esos gobiernos de derecha impulsan fuertes rebajas en las pensiones y jubilaciones, en los sueldos de los funcionarios públicos, en el empleo estatal y en prestaciones sociales como la salud y la educación.
Es hora de desenmascarar las verdaderas intenciones de esta centroizquierda, que quiere sentarse a la mesa del poder, donde dominan los mentores del capitalismo salvaje, la renta especulativa de la tierra y el ajuste permanente.
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